jueves, 31 de mayo de 2012



ABDON CALDERON CARAICOA

Abdón Calderón Garaicoa, nació en la ciudad de Cuenca (Azuay) el 30 de julio de 1804. Abdón Calderón, heredó naturalmente del sacrificio, valentía, desprendimiento, patriotismo apostólico, cuya filosofía se la dio su padre; juró vengar su muerte infame ocasionada por los realistas, en San Antonio de Ibarra. 
En la batalla de Pichincha que selló la independencia ecuatoriana, Abdón Calderón, héroe de esta épica jornada, dio ejemplo a la juventud de su patria de lo que es capaz un hombre cuando lo inspira el valor y el amor a la patria.
Adolescente aún, a la edad de 16 años, ingresa al ejército libertador. Por sus antecedentes y decisión, digna herencia del ímpetu valeroso de su padre, recibe, en el cuerpo de" Voluntario de la Patria" el grado de subteniente y en esta calidad sale a campaña. Pronto se encuentra en la acción ce "Camino Real", en donde por su bravura, es ascendido al grado de teniente.
Con este grado, y como abanderado del batallón Yaguachi, entra en acción en la batalla de Pichincha, en la que, con el triunfo de los patriotas se decidió definitivamente la libertad de su patria.
Córdova mandaba la vanguardia, que por falta de municiones de vio obligada a replegarse. Vuelve a combate apoyado por dos compañias del Yaguachi, y en este refuerzo se encuentra el abanderado teniente Calderón. Inflamado de valor, con la bandera en alto y la espada en la diestra, avanza al frente de los suyos. Una bala enemiga le rompe el brazo derecho; pero él continúa la lucha con ardor, animado con el ejemplo a sus soldados. Otra bala le rompe el brazo izquierdo, y luego una bala de cañón le rompe las piernas.
¡Viva la República ! grita el heroico adolescente y cae sobre su bandera símbolo de patria y libertad.
Terminado el combate, Calderón fue trasladado al hospital de la Misericordia, hoy San Juan de Dios, en donde falleció pocos días después. En las partes remitidas por Sucre al Libertador, se destaca la actuación de tan valiente luchador. Bolívar lo asciende por mérito de guerra, al grado de capitán, y dispone que en adelante la compañía a la que pertenecía Calderón no tenga capitán, y cuando se pasase lista y se nombrase al héroe, la compañía contestase: "murió gloriosamente en el Pichincha, pero vive en nuestros corazones".
Como homenaje permanente a su memoria, en el Museo Municipal de Guayaquil se conserva los libros en que estudiaba aquel pequeño que día a día se ejercitaba para el sacrificio y para la gloria.

OBRAS 

La Batalla de Pichincha y su posterior muerte

La Batalla de Pichincha fue el escenario del acontecimiento que lo haría una leyenda, su propia muerte. Sus hechos en aquel memorable 24 de mayo de 1822 han sido narrados innumerables veces con toda suerte de adjetivos grandilocuentes, creando un mitoa veces risible que antiguamente se enseñaba en las escuelas primarias ecuatorianas sobre un personaje con capacidades casi sobrehumanas, totalmente desmembrado por cañonazos, que sostenía incansablemente la bandera Independista casi con los dientes hasta finalmente morir en batalla.
La historial real es que Abdón Calderón, a pesar de haber recibido cuatro heridas de bala que al final le ocasionarían la muerte, prefirió permanecer inamovible en la línea de fuego, alentando a todo su batallón y cargando incansablemente la que es ahora la bandera de Guayaquil. Al terminar el feroz combate fue trasladado a la ciudad de Quito, donde murió al cabo de cinco días el 29 de mayo de 1822, de disenteríaAntonio José de Sucre en su escueto parte de la Batalla de Pichincha, fechado el 28 de mayo del aquel año: " [...] hago una particular memoria de la conducta del Teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico".
Cuando Simón Bolívar llegó a la ciudad de Quito y se enteró de estos hechos, ascendió póstumamente a Calderón al grado de capitány decretó que su sueldo fuera entregado a su madre. La compañía del Batallón Yaguachi a la que perteneció Calderón no tendría capitán y en las revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en Pichincha, pero vive en nuestros corazones". En los grupos de caballería siempre es recordado en los cambios de guardia semanales con el grito del oficial: "Capitán Abdon Calderón..." al cual la tropa responde con un fervoroso "VIVE...CARAJO"
El Capitán Abdon Calderon, en resumen seria un Héroe convertido por muchos en mito, pero fue indudablemente uno de los más importantes Combatientes por la Independencia, que a pesar de su notable juventud y sus altos rangos militares logrados, lo dio todo en la batalla, inclusive su propia vida para poder alcanzar la tan anhelada libertad.


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